lunes, 29 de abril de 2013

Capítulo 8: Call me


Capítulo 8


El corazón se le salió. Quedó en blanco y con la mano fija sobre el picaporte ya girado a la mitad.

--Chae Rin…--La voz sonó dolida.

Ya eran más de las 2 de la madrugada, la ciudad era un desierto, todos dormían plácidamente en sus casas y como cualquier ciudadano Gd atendía el amplió sueño que aquella noche lo doblegaba. Plácidamente en su cama volcó su cuerpo adquiriendo una posición distinta pues ya ameritaba un cambio en su forma de dormir, su brazo izquierdo estaba cansado y adolorido por recibir todo el peso  muscular sobre él así que entresueños Kwon dio un leve movimiento cuando fuertes toquidos asaltaron la puerta de su departamento, del susto cayó al suelo y con dolor corrió a la puerta tropezando con todo lo que había en su paso. Ni si quieta dudo en abrir y de un solo Golpe lo hizo topándose con una rubia ebria.

*No otra vez*-Pensó desgastado al instantáneamente reproducir la misma escena en 10 veces anteriores. Sí, ya era una rutina. CL acudía a él al menos 3 veces por semana, en distintos horarios pero casi en el mismo estado de ebriedad, desde que había sucedido aquello con Teddy Park, CL se había vuelto así, buscaba a Gd y trataba de refugiarse en él…hasta que obsesivamente se enamoró de Ji Yong.  La cosa sucedió así, gdragon no cayó en sus enredos a la primera pero cansado de su molesta presencia e insistencia no le quedó otra que aceptarla como su novia, obviamente en secreto y con un millón de condiciones que CL aceptó sin rechistar.

Hasta que llego un punto donde gdragon se vio presionado ante la empalagosa de su “novia”  Más unos sentimientos extraños hacia un compañero de su  equipo que fue entonces que decidió terminar con tal relación que nunca dio fruto. CL como era de esperarse, se volvió loca, aferrándose a la idea del suicidio  y venganza. La empresa de ambos no tardó en darse cuenta y enviaron a la Líder de 2NE1 a una clínica en Paris, donde permaneció internada   5 meses.

 --Chae Rin…-- su propia voz interna le llamaba. La voz que Ji Yong siempre emulaba para llamarla.

Soltó el picaporte con miedo  y con los ojos casi desorbitados retrocedió dos paso.

-¿Qué estoy haciendo?- se cuestionó en voz alta, el miedo la invadió.

Sus pupilas dilatadas, su mano sudorosa y un frío viento la volvieron a la realidad. Cerró los ojos casi de golpe y sintió como el corazón le subía por la garganta, quiso quedarse así, esperando que solo todo fuese un sueño pero el sonido de unos pasos acercándose le llevaron a la realidad. Miro a la izquierda, luego a la derecha y al ver que no había escape…solo rezó.

La puerta se abrió con normalidad frente a la rubia quien en un instante escondió el rostro casi metiéndolo en su cuello, la doctora que recién se asomaba del portal dio un brinquito al toparse con el cuerpo de CL, llevó su vista a la cara de la sospechosa enfermera. Silencio.

--Vine a revisar al paciente—habló CL antes de que su mente le traicionará y perdiera el equilibrio.—Pero veo que se me adelanto—fingió una sonrisa detrás del cubre-bocas.

--La operación terminó y verifique los signos vitales, pero creo que olvide llenar el informe—respondió con voz débil la pelinegra invitando a pasar a la otra mujer.
Rin asintió con sorpresa al ver como la doctora se movía a una esquina del marco de la puerta para que CL pudiera entrar. Después de un minuto la mujer más baja y de cabellera rubia escondida en una peluca dio un paso dentro de la habitación, instantáneamente la otra salió.

--Cuando termine de llenar el informe, avíseme—pidió antes de irse tras cerrar cuidadosamente la puerta.

Se dejó caer aun en el estrecho pasillo que daba acceso a la habitación de TOP, su respiración estaba alocada y debido a ello su pecho subía y bajaba constantemente causando dolor sobre la líder de 2NE1. Alzó la vista casi mecánicamente viendo desde allí la cama blanca donde un hombre descansaba como si durmiendo estuviera. Los aparatos pegados a él daban una vista que CL jamás esperó ver, se tocó el corazón por primera vez y con cuidado fue levantándose de su sitio yendo con lentitud hasta el frente de la cama. Su vista estaba nublada y el corazón golpeaba desde dentro, tenía miedo, un miedo tan petrificante que le dejaba sin aliento, un miedo que no tardó en convertirse en lastima al ver como el gran Seung Hyun estaba derrotado en ese lugar.

Avanzó con duda rodeando la cama hasta la cabecera, miró de cerca el rostro ajeno y delineó cada curva, cada cacho de piel deteniéndose en los raspones y moretones que alguna vez fueron piel cálida y de un tono similar al resto de la cara del rapero. Vacilando colocó su mano derecha al frente, titiritaba. Cerró en un puño mientras que su otra extremidad agarraba con firmeza el brazo derecho tratando de calmar el movimiento, cuando lo logró dio un suspiro y sin dudar más fue hasta la almohada debajo de la cabeza de Seung y de un rápido y certero agarre logró sacar el esponjoso saco de algodón causando que al hacerlo la cabeza ajena cayera sin cuidado en el colchón.

                                                                        -O- 

Taeyang seguía en la misma posición en donde había recibido las peores noticias que jamás pudo imaginar. Daesug no paraba de llorar aun cuando su cuerpo descansaba sobre uno se los sillones que había en la recepción acompañado de un Seungri que le hacía segunda.

--Deberías…llamar a Ji Yong—sugirió el maknae con voz susurrante y aguada.

Taeyang quien oyó tales frases se heló al recordar a el líder de la agrupación. En ese tiempo, en el que había sucedido todo, desde cuando se enteró y hasta  la plena actualidad se había olvidado por completo de Ji Yong. De repente su móvil comenzó a vibrar debajo de la bolsa de sus jeans color azul, de inmediato Yong Bae sacó el aparato con la mano envuelta en sudor, miró la pantalla que brillaba mostrando un nombre y una foto.

--Ji Yong…?
                                                                            -O-

CL alzaba cuidadosamente la almohada encima del rostro de su compañero, claro, aun sin hacer contacto con él. Su mente estaba por explotar y el corazón peleaba por salir expulsado de su  pecho. Dudó, dudó demasiado, más de 10 minutos en esa posición hasta que con lentitud fue descendiendo sus manos.

--Quién…eres?—la voz ronca y casi inaudible le paró. 

domingo, 28 de abril de 2013

Capítulo 7:



Capítulo 7

La voz de Dae al borde del colapsó obstruyó la paz y   silencio de la sala casi inhabitada. El castaño miró al moreno, después a la recepcionista esperando una respuesta, no la hubo, no quería que la hubiera.  Con los ojos casi desorbitados & el temblorin cuerpo que había adquirido se dejó caer al suelo enterrando las rodillas sobre el solido concreto. Se apoyó con sus manos y con la cabeza entre sus hombros dejó caer con lentitud las primeras lagrimas. Ri lo miraba con dolor e impotencia, Bae cerró un puño con tal fuerza que su  mano comenzó a tomar un color morado.

-Pueden…recoger sus pertenencias e ir a identificar el cuerpo…en el piso de abajo- dijo con toda la pena del mundo la pelinegra quien mantenía la mirada baja.

Dae no aguantó & dejó caerse completamente sobre donde estaba desbordándose ante tales frases ya casi extintas en el aire.

                                                                                    -O-

-Ya a  pasado lo peor….-la voz de un hombre mayor a compasada del sonidito molesto que suele hacer aquel aparato que mide el ritmo cardiaco destensó a la doctora de cabellos negros.

Los asistentes y médicos  dentro del cuarto, por primera vez en casi 2  horas desde la atención y tratamiento que habían dado al paciente pudieron respirar. Se miraron entre sí y poco a poco fueron desfilando hacía la salida del cuarto 04B dejando solos al Doctor Lee con la doctora Kwon. Ella permanecía frente a la cama casi rocosa e incomoda donde un inconsciente y débil T.O.P descansaba perdido en sueños. Su cuerpo casi inerte era encadenado a miles de aparatos mecánicos que sostenían su  vida en un leve hilo flojo, mientras que  era cubierto con vendajes y más de 5 cables; su cara tenía una venda tapando su cabeza, moretones, uno que otro rasguño y en su boca y nariz la típica mascarilla que proporcionaba oxigeno.    

El señor ya canoso y mayor posó una mano sobre el hombro de la chica mostrándole su apoyo.

-Deberías salir, despejar tu mente. Él esta estable-Dijo encaminándose a la salida.-Recuerda que esto no debe ir más allá de lo profesional. Es un paciente más.
Se esfumó.

                                                                             -O-

El pasillo estaba desierto, sin nadie ni nada, pronto, un característico sonido a los tacones de unas zapatillas retumbaron en el asfalto.

-habitación… 0…4..,.-leía  con dificultad una enfermera. El flequillo de una incómoda y oscura peluca tapa sus rasgados ojos impidiendo así la vista a un trozo de papel doblado.

La ya cansada “enfermera” comenzaba a desesperarse. Había subido tres pisos en busca del dichoso cuarto y con aquellos tacones, la peluca molesta, esa bata blanca y un tapa bocas Hacían que su  búsqueda se   hiciera más pesada y odiosa.

-¿Dónde…?-suspiró cansada.

                                                                             -O-

El sonido del mar…era interrumpido constantemente por el molesto “pii pii pii” que marcaba el ritmo del corazón del paciente.

-¿Lo oyes?...El Mar…-La doctora sostenía su celular cerca de la cabeza de un pelinegro.

El aparato emitía el sonido típico de las olas del mar, al parecer era una grabación y a lo lejos, en la misma reproducción, las risas de unos adolescentes se oían vagamente. La mujer comenzó a llorar en silencio, dejo de darle Play al celular y, el mismo ya no sintonizó aquel relajante sonido ambiental.

Lentamente y con dureza,  ella dejó de emitir lágrimas. Se dio la vuelta dándole la espalda a él y comenzó a caminar casi involuntariamente en dirección a la salida/ entrada de aquella habitación.

No dijo nada, no podía.

A fuera en el mismo pasillo CL caminaba tratando de apaciguar el escandaloso sonido de sus tacones. Pasos, murmullos & una que otra carcajada la alteraron, su andar se detuvo, quedó inmóvil. Estaba atrapada, ¡NO! Peor que eso si la descubrían! No había de otra, dejó el miedo y siguió caminado, con tranquilidad, llena de confianza ¡ESO SÍ! Con la cabeza abajo.

-UFF- suspiró cuando el peligro había pasado.

Los  5 médicos habían pasado de largo sin notar nada. Su ama volvió en Sí.
-0..4..B-musitó con felicidad a leer el número de la habitación donde se encontraba parada.

Dudó…

Su mano no respondían las ordenes que  su cerebro le daban, el picaporte se le resbalaba sobre sus dedos debido a sudor de su palma y lo inesperable sucedió.

-Estarás bien…-una voz acuosa sonó detrás de la puerta de madera blanca.

El corazón se le salió. Quedó en blanco y con la mano fija sobre el picaporte ya girado a la mitad.

--Chae Rin…

Capítulo 6:


Capítulo 6.

Taeyang recorría la cuidad de Seúl en su deportivo rojo. Llevaba prisa y no era para menos, uno de sus compañeros y amigos estaba grave en el hospital central de la metrópoli.

-¡Carajo¡-gritó el conductor de aquel automóvil al tiempo que daba un manotazo contra el volante haciendo que éste produjera el sonido del clakson.

El tráfico estaba al tope y la incertidumbre que corría en el interior de aquel joven conductor estaba al borde de su límite. Llevaba casi 15 minutos ahí varado en medio de su camino y al parecer algo había sucedido al frente de la autopista, ocasionando un gran caos y a causa de aquello los automóviles no avanzaban.
Movió su cabeza de lado a  lado negando alguno de sus múltiples pensamientos para después, en un coto y rápido descanso dar un suspiro. Acomodó la gorra azul que llevaba sobre su cabeza para más tarde colocarse unos lentes oscuro, sí, de eso que al parecer nunca pasan de moda; siempre los usaba y en especial cuando deseaba pasar desapercibido o solo para verse bien, pero en ese instante lo haría por la primera razón.

Tomó las llaves del deportivo y salió de el dando un portazo a la puerta que se abría hacía arriba. Estaba completamente arto y no aguantaría quedarse más tiempo ahí, así que comenzó a alejarse del vehículo  que conducía y corrió entre los cientos de  coches que permanecían en la autopista. El pensaba en llegar a pie al hospital, no abría de otra, no ahora…

                                                                         -O-

-Tranquila unnie…¿Qué sucedió?-habló Cl desde su celular tratando de tranquilizar a la pelirroja.

-T.O.P… Cl..yo…él..Esta grave-su voz se quebró al igual que su mundo sobre  ella.

-¡Pero qué a pasado?-preguntó la rubia un poco sorprendía-Entiendo, tranquila que voy para allá.

Finalizó la corta conversación con su compañera de grupo.

La hermosa chica parecía estar en blanco, su cara estaba completamente vacía, sin ningún tipo de expresión y todo a causa de la terrible noticia que la pelirroja le había transmitido pero, pronto, antes de haberse cumplido medio minuto de enterarse de aquello que, había perturbado sus pensamientos, una sonrisa misteriosa se formaba en sus labios mientras que su cabeza procesaba esa terrible información  que al instante  la usaría para ponerla a su favor.

-*Perfecto T.O.P esta fuera y..Ji yong a mi favor*-pensó con malicia.

                                                                       -O-

Llegó casi derrapando sobre el suelo. La frente le sudaba y su respiración era completamente agitada.

Su físico era completamente un desastre: la gorra que antes lucía sobre su cabeza ahora permanecía en su mano izquierda, ya que en el transcurso se le había  caído, y qué decir de su cabello que ahora volaba con el aire al ir corriendo.
Por fin había llegado al hospital central de Seúl donde T.O.P se encontraba internado y pronto, al estar en esa zona, donde   el color blanco suele reinar cada instalación del establecimiento, un escalofrío recorrió su cuerpo y al percibir el leve pero claro aroma que suelen desprender los centro médicos su corazón comenzó a latir con más intensidad.

Estaba completamente alterado, las manos le sudaban pero aun así seguía caminando casi mecánicamente tratando de disimular ese sentimiento extraño. Al pasar a un costado de la recepción su mente lo traicionó llevándolo hasta aquel momento…

-------Flash Back--------

-¡MAMÁ!- se oía gritar a un niño.

Un niño que era retenido en la sala de esperas de un centro médico. Sus ojos producían lágrimas a más no poder y su joven cuerpo, padecía de frío e incontable dolor al ver a su madre en ese estado, casi al borde de la muerte.

-¡Omma!-volvió a gritar desgarradoramente al momento que estiraba su  pequeño y corto brazo al frente tratando de alcanzar a la aludida, quien era transportada en una camilla hacía la sala de urgencias.

Los ojos del niño seguían con la mirada el cuerpo de aquella joven mujer que parecía haber sido golpeada brutalmente.

Tae cayó al suelo, clavando fuertemente sus rodillas sobre el duro y frío suelo, sintiendo aquel dolor más intenso invadir su ser al tiempo que un nudo en su garanta era formado como una aleación de metales puros.

Pronto, casi enseguida de haber entrado 4 doctores a la sala esa, una luz roja arriba de las puertas  se encendió indicando lo peor.

-¿Omma…?-

----Fin de FB-----

-¿Señor?-habló la enfermera volviendo a la realidad a Bae con su llamado de atención.

-¡ABRAN PASO!-gritó un hombre llamado la atención del público presente, quienes a tal orden hicieron caso al mandato.

Al instante una camilla entro al tiempo que otra salía. Ambas se rozaron levemente y al hacerlo intercambiaron algo: unas notas médicas, nada importante.

-Estos son los datos del paciente ingresado-habló una doctora haciendo entrega de unos cuantos papeles al hombre que permanecía al frente suyo.

-¿CL?-se preguntó en voz baja el integrante de bigbang,   estando al frente de aquella enfermera de cabello negro.

La doctora rápidamente bajo el rostro al notar la presencia del moreno y volviendo a su trabajo cubrió aun más su rostro con aquel típico tapabocas azul.

-Disculpe, ¿puedo ayudarlo?-habló  la pelinegra estando detrás  de un  especie de escritorio alargado situado al frente de la recepción y a un lado de la sala de esperas.

-Amm…Choi Seung hyun , ¿Cómo esta?-titubeó un poco al preguntar Bae volviendo su mirada al frente donde la enfermera se encontraba,  al tempo que pasaba por desapercibido lo de hace un instante.

-Está en la habitación…-respondió la mujer revisando una libreta de pasta roja, donde al parecer estaban los datos de los pacientes ingresados.

Tae suspiró al oír que tabi ya estaba en una habitación ya que, eso, al menos para él significaba que lo que le había ocurrido a su mejor amigo no había sido tan grave.

Un sonido se oyó sobre el escritorio y de inmediato la enfermera atendió el teléfono.

-Entiendo…-colgó suavemente el aparato para después mirar con un deje de tristeza y pena al moreno.

-Choi Seung hyun  está siendo llevado a la morgue del hospital…murió a las 2:45pm-emuló con un susurro al joven frente suyo.

-T.O.P ¿MURIÓ?-se oyó una voz detrás de Bae…..

Capítulo 5:



Capítulo 5:

¡PAAZZZZZ!

-¿T.O.P? ¡¡Responde!!- se oía una voz femenina del otro lado del auricular que llevaba el rapero.

Bom se encontraba  del otro lado de auricular, platicando con el pelinegro. Todo iba bien, el rapero le había llamado mientras conducía, quería contarle sobre su compañero, ya que sabía  que la pelirroja lo  comprendería.

Bom lo había escuchado y lo comprendía. En ese instante, ella podía oír como la voz del chico comenzaba a quebrarse. Tocó su pecho con su mano izquierda y sintió como su corazón se aceleraba, su respiración comenzaba a entrecortarse y un sentimiento extraño se instaló en ella. Algo no iba bien.

-T.O.P… llora, suelta todo ese dolor..-logró decir con su voz apagada.

En eso, un ruido ensordecedor asaltó sus oídos…un sonido aterrador cargado de fuerza, después alcanzó a oír el ruido de un clac son proveniente de algún auto y seguido otro impacto que finalizaba con un grito.

-¿T.O.P?¡¡RESPONDE!!- volvió a gritar al no tener respuesta.

-----*Fin del Flas Back*------

BIIPPP

Fue el sonido que la chica recibió después de gritar más de 5 veces inútilmente por el celular. La llamada  se había cortado y las lágrimas comenzaron a botar de sus rasgados orbes.

                                                                   -O-

El celular estaba tirado y completamente destruido. Parecía haber  sido demolido pues pieza por pieza se encontraba desfragmentada de la unidad que solía componer.

A lo lejos, en una carambola  de automóviles aparcados simultáneamente entre sí, se encontraba un peculiar deportivo azul eléctrico. Sí, aquel automóvil que anteriormente había recorrido gran parte de Seúl a gran velocidad, ahora aparecía al principio de todo aquel accidente, siendo el conductor el causante de todo.

-gd…-- logró susurrar el hombre antes de caer inconsciente sobre el asfalto.

La  mayoría de los automovilistas estaban bien, sólo tenían consigo el susto que se habían llevado  algunas que otras heridas, mientras que, el único herido a gravedad yacía inconsciente cobre el pavimento.

El accidente había resultado fatal para  él, su auto había  chocado   a una gran velocidad contra un tráiler y al impactarse, el cuerpo del conductor había salido volando por el cristal frontal del vehículo, para después caer al pavimento, donde su cuerpo se hallaba ahora cubierto de heridas y con un grave golpe en la cabeza.
Su  cuerpo parecía estar inerte: ojos cerrados con dos lágrimas corriendo de estos asta resbalar sobre sus mejillas llenas de moretones y una que otra rapadura, en la pierna izquierda tres vidrios de aproximadamente 5 centímetros arremetían sobre su carne, y por último, su cabeza se había golpeado contra el suelo y ahora, debajo de su despeinado cabello un charco de sangre corría.

-¡¡Enfermera!! Por aquí- se oyó gritar a un hombre llamando la atención de una chica quien de inmediato corrió hasta llegar donde el integrante de BigBang descansaba.

-¿T-tabi?- emuló  con los ojos cristalizados al ver al herido en ese estado.

                                                                            -O-

Tae parecía estar bastante aburrido. Sus ojos somnolientos y sus bostezos los afirmaban.

Estaba en casa y en ese momento SEVEN no estaba, Dae y Ri seguían  encerrados en el cuarto y él no sabía qué hacer. Tomó su celular  de inmediato pensó en llamarle a Dara. Sí, eso haría, salir con ella sería lo mejor ¡NO! Esperen, Dara aun seguía de vacaciones en Tokio junto con Minzy.

-pfff…- dejó salir un especie de suspiro para después dejar su celular botado sobre el sillón.

Tomó el control de su pantalla plasma y prosiguió a encender la televisión.

-no…No…NO…NOO!- habló subiendo el tono debido a la basura que ese día se transmitía.

Volvió a cambiarle unas 4 veces y al no haber nada interesante casi apaga la pantalla, y digo casi, ya que en el canal de noticias un  informe impacto su ser. En su televisor, las imágenes en vivo corrían simultáneamente mostrando el accidente que se presentaba en Seúl. Un helicóptero parecía ser el que transmitía aquellas escenas así que, se veía desde lejos. La noticia parecía volar, puesto que Tae al cambiar de canal notó que se había enlazado completamente la programación y al ser de esta forma volvió a retirar su dedo del botón de apagado del control.

-Sí, se a confirmado: El único herido a gravedad es el rapero T.O.P, parece ser que a sido trasladado a….

Sus ojos al igual que todo si cuerpo se tensaron al oír aquello de la reportera que caminaba entre los escombros del accidente dando la información.
Se paró de inmediato del sillón, tomó su tarjeta de acceso al edificio y salió como alma endemoniada hacía donde según aseguraban que T.O.P había sido trasladado.

 -Tae!!! Podrías traernos un poco de…??- Gritó el pandita asomando su cabeza desde la puerta de la habitación de Dae, pero al ver que el aludido no estaba optó por salir el mismo e ir por lo que quería.

Dio tres pasos fuera de la habitación cuando su andar se detuvo al oír el ruido que provenía de la sala donde la pantalla seguía encendida. Su cuerpo se había congelado frente a lo que se decía sobre su compañero.

-Daae!!! T.O.P!!- gritó con toda la intensidad que sus pulmones le permitieron.

El mencionado salió de su habitación al momento asustado por el tremendo grito que había oído. Pronto, al estar fuera y ver al Ri con los ojos casi cristalizados miró hacía donde el observaba fijamente encontrándose con la imagen de alguien siendo subido a una ambulancia. El cuerpo parecía de un hombre cubierto en una sabana blanca que parecía estar ensuciándose con un líquido rojo del lado izquierdo de una pierna, parecía que no querían que se viese el rostro de la persona ya que las cámaras solo enfocaban el cuerpo. Después de presenciar aquello, continuó sin entender porque del llamado tan estruendoso de su acompañante hasta que… al fijarse en la parte baja de la imagen, donde una tira amarilla aparecía con unas letras que lo marcaron.

-T.O.P sufre grave accidente automovilístico dejándolo inconsciente y con varias heridas graves- leyó Dae con la voz temblorosa.

Al terminar de correr el letrero en amarillo que leía Dae, ambos salieron de casa dejando el televisor prendido sin antes darse cuenta de la mujer, que poco después que ellos salieran, se enfocó junto al cuerpo de su compañero y amigo.

                                                                  -O- 

-CL…intentémoslo de nuevo- habló el pelirrojo quien camina junto a la rubia. Su voz estaba apagada  y sonaba casi forzada -…¿Qué dices?-

Capítulo 4:


Capítulo 4:

Mi corazón se aceleró al ver como la ventanilla polarizada  comenzaba a bajar lentamente. Una idea vino a mi mente, enseguida de un pensamiento de desagrado y dolor. Quería olvidarlo… y hacerle sentir lo mismo que él y la pelirroja habían causado en mi, ese era mi plan… y esta era mi oportunidad.

-  ¿GD?...-  se oyó decir desde el otro extremo de la calle, donde aquel auto azul eléctrico se encontraba estacionado con la ventana abierta, proporcionándole al propietario una perfecta vista.

Al estar ahí, sintiendo la presión y el dolor al traerle su mente el recuerdo de aquella imagen donde el pelinegro “besaba” a Bom se decidió a hacerlo.
La rubia, quien estaba a unos pasos delante de él, se detuvo al no oír los pasos de su acompañante. Se giró y camino hasta donde  GD se encontraba inmóvil y con una expresión completamente distinta a la que usualmente poseía, ya que su sonrisa era característica de aquel pelirrojo, pero esta vez, en sus facetas no había esa alegría ni picardía, en lugar de eso era como si su cara estuviese en blanco sin una emoción definida.

CL, lo miró y al estar a centímetros de su rostro, GD acortó la distancia con aquello que su mente deseaba que hiciera por venganza a lo que había sufrido.
Sí, la había besado.

Mi corazón estaba destrozado y lo único que quería en ese momento era ver que el sufriera lo mismo que yo. Y así sería. En ese instante estaba yo junto con la rubia, tomándola de la cintura y posando mis labios sobre los suyos de una manera brusca y sin sentimiento, tenía los ojos fuertemente cerrados imaginándome cualquier cosa, menos lo que hacía.

Quise hacerlo lo más real que pudiera, así que alargué el tiempo junto a ella, pero… al oír el crujir del motor de aquel auto deportivo me separé de golpe. Volteé para donde hace poco estaba él y lo único que encontré fue un rastro de humo que seguramente provenía del escape del automóvil que el rapero conducía. Busqué con la mirada, de un lado a otro y no lo ayeé, sólo quedaba la estela de humo.

Arremetí contra el pavimento soltando un zapatazo y con suma fuerza cerré los puños encajando mis uñas sobre mi palma, casi llegando a incrustarlas y sangrarme, me detuve, abrí mis manos y mordí mi labio inferior al tiempo que ladeaba mi rostro  y cerraba los ojos impidiéndome llorar.

-Estúpido…- susurré con la voz entrecortada.

-Mi Dragoncitoo!- Gritó emocionada la líder de 2ne1 casi al mismo tiempo en que corría a abrazarme.
                                                                                -O-

-¡Te digo que  no¡- hablaba Daesun desde el interior  de su habitación.

-Sólo una vez más- rogaba su acompañante mientras se posicionaba al ver que él asentía cansado.

Dae tenía una cara de fastidio y cansancio pero frente a Ri le era imposible negarse. Poso sus manos con fuerza sobre un costado de la mesa que estaba a un lado suyo, cerró los ojos al tiempo que pasaba saliva  y esperaba que Seun se posicionara.

-Aaa! Un poco más…- decía el pelinegro mientras parecía empujarse sobre algo.

-….ufff- se quejaba Dae –Yaaa! No aguanto más.

-ummm…. Un… poco más-

-Aquí…ya.. no puedo..-

-Listoo!- gritó el pandita separándose de la mesa.

Dae cayó rendido sobre el suelo. ¡Por fin! Después de casi una hora y media moviendo de lugar algunos muebles para la nueva decoración de su habitación  habían terminado de mover la última mesa, ya que después de haber llegado del cine a Seun se le ocurrió la gran idea de remodelar el cuarto de Dae.

Al ver que Ri sonreía orgulloso de su gran trabajo decorando aquel lugar Daesun quedó hipnotizado por su sonrisa y se quedó mirándolo con felicidad que causo sacar una sonrisa sobre sus labios, pues él mismo había pensado que si su pandita era feliz él también lo sería a pesar de la circunstancia en la que se encontrará.

                                                                               -O-

T.O.P corría entre las calles sobre su deportivo, haciendo gruñir el motor de la fuerza y velocidad que llevaba, incluso estuvo a punto de atropellar a más de una persona, ya que en ese momento las calles estaban infestadas de personas  y, por supuesto las calles de Seúl no eran el mejor lugar para ir a esa velocidad y menos con el genio que se cargaba.

El pelinegro estaba tan encabronado por lo que acababa de ver y es que era de esperarse.

Después de estar con Bom en aquel parque donde solía ir junto con el pelirrojo, se había decidido a dejar de esconder aquel sentimiento que hace poco lo había asaltado aquella noche de verano mientras descansaba en un hotel en Japón. Cuando al quedarse en la misma habitación y al solo contar con una cama durmieron juntos por primera vez.

Sí, era verdad que en casa dormían en la misma habitación pero en diferentes camas, pero desde entonces nunca el pelinegro lo había mirado de esa forma.
Ladeó el rostro con fuerza alejando aquellos pensamientos sobre su compañero y mejor amigo. Se sentía decepcionado y, aunque lo negara también se sentía…¿triste?¿engañado? o ¿remplazado?

-¡Carajo!- dijo con enojó mientras daba un manotazo al volante.

Siguió conduciendo a la misma velocidad, e incluso llegó a pisar aun más el acelerador subiendo la rapidez en la que conducía.

-Estúpido- emuló entre dientes al sentir como sus ojos se cristalizaban.

Se removió en su asiento y al sentir como su ojos se llenaban cada vez más de lágrimas cerró bruscamente los ojos para no dejar escapar ninguna.

Por supuesto, el orgulloso e insensible T.O.P no iba a llorar, pero los demás sí, ya que… ese, sí, ese había sido su peor error.

¡PAAZZZZZ!

-¿T.O.P? ¡¡Responde!!-